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¿Sabías de dónde viene el origen de la expresión “hacer un francés” para referirse a las felaciones? Los expertos apuntan a que esta eufemismo nace directamente a principios de siglo en Francia, concretamente en París, una ciudad que en aquel momento estaba muy abierta al sexo. El periodo de entreguerras fue especialmente intenso en muchas capitales europeas, y París recobró sus bríos, como a finales del siglo anterior, con muchísimos cabarets donde los shows eróticos eran habituales. En este tipo de locales se podían ver bailes sensuales, pero también los primeros shows explícitos, con mujeres que se desnudaban por completo en el escenario. Entre el público, las prostitutas se unían a los clientes y les ofrecían sus servicios, para disfrutar en la parte posterior del local. La sabiduría y el morbo de las chicas francesas a la hora de realizar sexo oral las convirtió en las protagonistas de esa expresión. Sin embargo, lejos de lo que se pueda imaginar, el sexo oral no nace hace un siglo en París, sino mucho más atrás.
Y es que ya en civilizaciones muy antiguas como la egipcia o la griega se llevaban a cabo este tipo de prácticas sexuales, tanto entre hombres y mujeres como entre personas del mismo género. La libertad sexual de aquellas tiempos sigue sorprendiendo hoy en día, en un momento en el que estamos supuestamente más liberados e informados que nunca, pero donde el tabú del sexo sigue muy vigente. El sexo oral se ha popularizado también gracias a la pornografía, que ha convertido este tipo de prácticas en un fetiche para muchos. Sin embargo, no todos se atreven a disfrutar de esa manera en la cama. Hay muchas parejas que, de hecho, jamás han practicado sexo oral. El desconocimiento, la extrañeza al llevarlo a cabo, a salirse de lo “habitual”, a veces puede pesar demasiado para ellos. El sexo oral no son preliminares ni se deben considerar como un favor a nuestra pareja. Es parte de una relación fluida y completa, íntima y morbosa, pudiendo llegar a ser incluso el punto álgido de la misma, sin la necesidad de penetración. Aquí te vamos a dar las claves para hacer el mejor sexo oral que puedas imaginar.
Una forma especial de placer
Tal vez por no estar tan extendido, o simplemente por ser tan diferente al coito en sí, el sexo oral se ha convertido en una forma de placer muy especial y diferente. Es cierto que, en muchos casos, hay reticencias a realizar este tipo de prácticas, porque la ficción pornográfica ha marcado demasiado nuestras expectativas.
El hecho de ver a una chica haciéndole una mamada a un chico frente a las cámaras, con toda la profesionalidad de una pornstar, puede dejar el listón demasiado alto. Luego, a la hora de la verdad, la mayoría no tienen esa preparación, y lo mismo ocurre con los chicos que quieren hacer gozar a sus parejas con sexo oral. Es, como todo, cuestión de práctica, de comunicación con tu pareja, para saber lo que le gusta y lo que prefiere.
La delicadeza es la clave para las chicas
Cada vez son más las chicas que se han quitado de encima los tabúes sexuales y hablan sin complejos de lo buenas que son realizando sexo oral. Y es que en este sentido, el ser una experta en hacer gozar a los hombres de esa manera es un plus como amante para cualquier chica que se precie. En contra de la habitual visión de que las mujeres realizan esta práctica “obligadas” para dar placer al chico y sin disfrutarla, muchas aseguran que les encanta chupársela a sus chicos. Y es que al fin y al cabo es una forma más de placer, que en su justa medida, puede ser divertida para ambos, aunque el peso de su realización recaiga en la chica. Al principio, la delicadeza será esencial, ya que la zona del pene, por muy dura que esté, es tremendamente sensible.
Las mujeres lo saben y ante la falta inicial de experiencia, prefieren jugar un poco y experimentar con ese miembro que parece tener vida propia. Al principio, unos simples besos bastarán para que la erección sea completa. Poco a poco, y ayudándose de sus manos, las chicas pueden ir introduciéndose el pene en la boca y realizando la felación con sus labios. La lengua entrará en acción poco después, cuando la técnica ya se vaya depurando. Algunas chicas han llegado incluso a ser tan buenas que son capaces de realizar la famosa “garganta profunda”, introduciéndose el pene al completo en la boca. El cine porno, como ya decíamos al principio, ha puesto el listón muy alto para realizar este tipo de prácticas, pero también ha servido para inspirar a muchas chicas en el sexo oral.
Los hombres, con ganas de aprender
Cuando realizas sexo oral a una chica, da igual si eres hombre o mujer, la clave suele estar en la experiencia, en encontrar el ritmo perfecto. Se debe empezar poco a poco, besando la parte de alrededor de la vagina, antes de pasar a la acción en sí. Las chicas se humedecen cuando están excitadas y evidentemente, esto también ayuda a que el sexo oral sea mucho más sencillo y disfrutable. Debemos conseguir ese efecto en la chica antes de empezar a darlo todo con nuestra lengua y nuestros labios. Por supuesto, también nos podemos ayudar de los dedos, porque al final es un trabajo de coordinación en el que cada movimiento es importante. En todo momento estaremos atentos a la reacción de la chica, para saber en qué punto se encuentra.
Los besos del principio, sobre la zona interior de la vagina, darán paso a lametones que servirán para excitar y a la vez humedecer esa zona. Cuando consideremos que la chica está lista, introduciremos también nuestra lengua, de forma pausada al principio. El objetivo es que ella se sienta cada vez más y más excitada. El clítoris, punto de placer ubicado en la parte superior de la vagina, es también un objetivo muy claro para esta práctica. Al ser una zona tan sensible, es mejor jugar con el solo de paso, sin centrarnos demasiado, ya que podría llegar a molestar a la chica. La succión es otro arte que en muchas ocasiones hace que la mujer se vuelva loca de placer, ya que en lugar de introducir la lengua o dar besos, chuparemos esa zona para conseguir un efecto muy especial.
Inspiración en los profesionales
Las verdaderas profesionales del sexo oral son las actrices porno y las prostitutas. Esas mismas trabajadoras sexuales que dieron nombre a “hacer un francés” hace ya más de un siglo, y que siguen siendo, para muchos, las verdaderas reinas del sexo oral. En cuanto a los chicos, los actores porno también son expertos en cunnilingus y sexo oral de este tipo, pero al no haber tantos gigolós capaces de llevar a cabo estos servicios, las mujeres recurren incluso a otras chicas.
Y es que esas prácticas entre mujeres están mucho más extendidas que entre los hombres, que todavía cargan con el tabú de la homosexualidad. ¿Hacen mejor el francés las chicas o los chicos? Es una pregunta que solo algunos se atreven a comprobar.
