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Turistas o locales, ¿qué clientes prefiere una prostituta?

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La costa levantina siempre ha sido un lugar habitual para el trabajo del sexo profesional. Y es que desde hace siglos, las prostitutas se han ubicado en diferentes puntos de esta zona de nuestro país para encontrar a clientes que llegaban normalmente en los barcos y carruajes. La ciudad de Valencia contó en su momento con el mayor prostíbulo de toda Europa, un lugar que además se mantuvo durante varios siglos con el beneplácito incluso de la propia Iglesia. Esto hoy nos puede sonar raro, pero es que en su momento, hasta el clero pensaba que la prostitución era un “mal menor”, y que si había mujeres que saciaban a los soldados, marineros y demás hombres apasionados, las violaciones y los abusos bajarían. Es un pensamiento tremendamente sexista, pero hoy en día todavía se sigue dando en algunas culturas. Y eso no significa que la prostitución esté bien vista, sino que sencillamente se tolera.

Elche es una ciudad que también cuenta con una buena cantidad de prostitutas, a pesar de no ser costera como otras tipo Gandía o Benidorm. La ventaja de Elche es que es una cuidad grande y cultural, pero no tan turística como las de playa. Aun así, la costa está a tan solo quince minutos, por lo que se convierte también en un destino habitual para los turistas que no quieren estar en primera línea. Y son ellos los que proporcionan a las profesionales del placer de la ciudad buena parte de su trabajo, gracias a esos servicios que realizan en temporada alta. De hecho, la población de prostitutas de Elche se eleva en los meses de verano, para atajar esa mayor demanda. Pero luego, los turistas se van y la ciudad ya se queda algo más desierta, por lo que las prostitutas deben volver la vista a los clientes habituales, los locales. Estos son los que mantienen el nivel de ingresos durante el resto del año, especialmente para aquellas prostitutas que se quedan permanentemente en Elche. Locales y turistas, ¿son iguales a ojos de una amante profesional o hay diferencias?

Muchas trabajadoras sexuales en la zona

Tal vez no sea tan numerosa como la de Valencia o la propia capital, pero la población de prostitutas de Elche es elevada, sobre todo en comparación con otras ciudades similares. España ya es, de entrada, el país europeo donde más sexo de pago se consume, y eso significa que las prostitutas siempre van a encontrar más trabajo aquí que en otros lugares. Si además se acercan a un sitio estratégico como Elche, que atrae a muchos turistas no solo en verano, la ecuación está clarísima. Las trabajadoras sexuales tienen también sus propios lugares particulares donde ubicarse, aunque en los últimos años la policía ha incrementado la vigilancia en estos rincones. Muchas han decidido alquilar habitaciones y anunciarse por Internet, una fórmula mucho más segura y también eficaz que estar en la calle.

El turismo trae mucho dinero

Por un lado tenemos a los turistas, normalmente europeos, pero también asiáticos y americanos, que llenan la provincia especialmente en verano. Son miles, y muchas veces vienen solos, o incluso con amigos, a disfrutar de una buena fiesta. Elche es una ciudad que no se destaca tanto por ese turismo de masas, pero está muy cerca de ellas, y también suele recibir a muchos visitantes. Y lo importante es que esos visitantes traen mucho dinero, para los locales comerciales, para las tiendas, para los bares… y por supuesto, también para las prostitutas. Para alguien que viene desde Alemania o Estados Unidos, las tarifas de las profesionales del sexo de aquí suelen ser económicas. Por eso aprovechan la visita para lanzarse a pasar un buen rato con ellas.

El turista es además bastante generoso con las chicas y si una le cae bien suele pagarle mayor cantidad de la que ella le propone, o seguir con el servicio por más tiempo. En una sola noche, un turista puede arreglarle un mes completo a cualquier amante profesional. La parte negativa de todo esto es que el flujo turístico es muy variable, sobre todo en cuanto a estacionalidad. Y ya ni hablar de situaciones como la de la pandemia, donde el turismo y los viajes quedaron en stand by y esta parte del negocio se perdió por completo. Depender de alguien de fuera suele ser peligroso porque en cualquier momento el castillo de naipes se puede venir abajo. Sin embargo, sin los turistas, las chicas de Elche seguramente tendrían  mucho más complicado vivir de sus servicios sexuales.

Los locales, clientes más fieles

Cuando llega el verano son muchas las profesionales del sexo que se vienen a Alicante a disfrutar de la temporada estival. Aquí encuentran clientes de sobra, ganan mucho dinero y pueden incluso retirarse durante unos meses a otro destino. Pero, ¿qué pasa con las chicas que trabajan todo el año en Elche? Esas escorts que se mantienen aquí, ya sea por necesidad o por residencia, han aprendido a encontrar clientes habituales y convertirlos en fieles para poder tener asegurados unos ingresos durante todo el año. Cuando llega el verano todo se multiplica y hay que saber aprovechar esas oportunidades, pero sin olvidar que los que te mantienen luego son los locales. Normalmente son hombres más mayores, con más experiencia, que saben cómo tratar a las chicas.

Crear un perfil tipo del putero de la ciudad es muy complicado porque hay absolutamente de todo. Lo habitual es encontrar a hombres ya de avanzada edad, casados incluso, que buscan compañía y contacto físico con las escorts. A veces incluso se llegan a crear vínculos que van más allá del de prostituta-cliente, porque estos hombres buscan también a alguien que les escuche. El sexo pasa a ser secundario en un momento dado, pero estas chicas están preparadas para absolutamente todo. Cada vez son más los jóvenes que también se lanzan a probar este tipo de servicios, y es que la prostitución puede ser una alternativa magnífica cuando estás buscando tener sexo pero las chicas no te dan mucha bola.

Un negocio que no cesa

En pleno debate sobre su abolición o regularización, la prostitución sigue creciendo en nuestro país, después del bache que supuso la pandemia. La demanda es evidente, y es un argumento que muchos esgrimen para declarar como una tontería el intento de acabar con la prostitución por lo vía penal. Siempre va a haber hombres dispuestos a pagar dinero por sexo, y mujeres que accedan a ese trato, por el motivo que sea. Se debe perseguir el abuso y la trata, pero no que una chica pueda realizar este trabajo si es lo que quiere. El negocio sigue creciendo y dando mucho dinero, hasta el punto de ser también una alternativa para las mujeres que buscan crearse un futuro mejor. Tal y como están los trabajos últimamente, encontrar uno en el que puedas hacer mucho dinero en pocas horas es todo un chollo…siempre que tengas la mente abierta.